LOS INMORTALES DEL VERDE ROJAS

Aquella realidad, sin embargo, tuvo fecha de vencimiento, y allí es donde comienza Los Inmortales del Verde Rojas. En tres hombres que se dedicaron a reclutar y agrupar a los mejores jugadores del estado Nueva Esparta para participar en los Juegos Deportivos Nacionales de 1975, en Cumaná.

El amor del autor por buscar la historia alrededor de los primeros campeonatos de Guaiqueries de Margarita, en la difunta Liga Especial de Baloncesto, hizo que se topara con este evento que ocurrió un par de años antes de la irrupción de «La Tribu» en el básquet organizado del país. Aunque los Juegos Nacionales no eran competiciones profesionales, para 1975, sí concentraban la atención del aficionado deportivo. Y así como Nueva Esparta fue víctima, le llegó el momento de ser verdugo.

Pero cuidado con confundir esto con una clase teórica de técnica o táctica de baloncesto! Nada más alejado de la realidad. Por el contrario, Angel Torres no es más que un romántico que se ha enamorado de los cuentos de su padre. Lo que leerán ahora es la demostración de cómo una isla se rinde a los pies de 12 hombres vestidos de verde y blanco. Es la descripción de un gimnasio cubierto con una cancha de parqué en su interior, que se convierte en un infierno para esos odiosos visitantes que vienen de tierra firme. Es la narración de un pabellón transformado en un gallinero de
campeones. Alborotado, ruidoso y encendido, va a ser el lugar de victorias, peleas y anécdotas presentadas con sencillez.

Luis Miguel Núñez