CÓDIGO FUENTE. MIS INICIOS

Hasta ese momento había avanzado casi sin darme cuenta en el colegio gracias a profesores que veían un potencial en mí bajo aquella máscara de indiferencia. En Lakeside solo parecían ver la máscara. Estoy seguro de que, después de ese primer año en la nueva escuela mis padres se cuestionaron si habían tomado la decisión correcta. Yo desde luego sí lo hice.

Pero si hubiera prestado atención al último número del periódico de Lakeside de esa primavera, habría reparado en una noticia de dos párrafos a pie de la segunda página. Decía que, a partir del otoño, el departamento de Matemáticas iba a conectarse a una computadora. “Es de esperar que algunos alumnos la usen para trabajar en proyectos ambiciosos”, comentaba la notas.